Ella estaba cerca de la costa, y el crepúsculo la despertó cuando los rayos de ese sol vagamente intuido ya apenas se filtraban a través de su cielo líquido.
Ese éter húmedo que rodeaba su terrena quietud, a veces frío otras cálido, dibujaba cientos de tintineantes puntos de luz que se movían con un vaivén desigual.
Ella esperaba como cada noche, mecida por la corriente, con impaciencia, con esa inquietud del primer día que en su corazón renacía cada vez que la luna veía.
De lejos podía intuir la figura de su amado aproximándose, a la vez que su mundo se iba reduciendo hasta quedarse sin norte sur este oeste, hasta hacerse tan pequeño que apenas a ambos contenía.
Y cuando él llegó a su lado, se fundieron en una lengua de fuego que iluminó las tinieblas que les rodeaban, sin hablarse, porque no hacía falta, porque el idioma el uno del otro no comprendían.
Él vivía en el bosque que besaba la playa, en la espesura de lo más escondido, donde solamente el canto de los pájaros anuncia que el nuevo día ha regresado.
La umbría que respiraba le guardaba de miradas indiscretas, y en esa sombría atmósfera su vida descansaba hasta la noche.
Él esperaba el brillo plateado de la luna en el mar como la señal de un dios que a su apóstol llama, para cruzar veloz todo el bosque hasta, de un salto, zambullirse entre las olas de la playa.
Veía como se acercaba a su amada, lentamente para lo que él deseaba, pero con la fuerza de mil titanes intentaba nadar cada noche más rápido.
Y cuando estuvieron frente a frente se miraron a los ojos, y el deseo se liberó de su cárcel para estallar en medio de la penumbra.
Y pasaban así toda la noche, todas las noches, ella arropándole con el brillo de su piel de argento, y él protegiéndola de las criaturas que de la oscuridad nacen para devorar la belleza.
Y cuando al amanecer cada uno vuelve a su refugio, sirena y centauro maldicen entre dientes a su dios por no haberlos dejado seguir juntos.
Y cuando el sol se filtra cual espada en el mar, ella llora lágrimas de luna hasta el siguiente anochecer.
Y cuando el único rayo de sol que puede sobrepasar la frondosidad del bosque roza la frente del centauro, cierra sus ojos para soñar que algún día la noche sea eterna.
The power of love (Oomph!) [Canción original de Frankie Goes to Hollywood]
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"Palabras de otros"
Hace 16 horas
a veces el amor es tan rebelde que germina donde dicen que no debe...... preciosa historia Jesús. Un puñado de besos
ResponderEliminarUn manjar son tus palabras, que reflejan un amor imposible, que dolorosa existencia!!!! Un beso de agua
ResponderEliminar¡ay! el amor... el amor. Que bella y dulce sensación.
ResponderEliminarMuy buen relato.
¡besos!
Excelsa historia...! me ha dejado un saborcito a pasion herida, sublime y profunda... ¡¡Qué forma tan exquista de plasmar la imposibilidad que a veces se entromete con el amor!!...
ResponderEliminarUn beso.
Ufff43, tienes razón, para el amor no hay universos imposibles.
ResponderEliminarUn beso.
Agua, gracias por tus palabras.
ResponderEliminarEn realidad, hay amores así, en la distancia.
Aunque, casi siempre, el final es feliz, y vuelven a juntarse para siempre.
Un beso líquido.
Silvia, muchas gracias por leerme y pos tus palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Etarinyeth, me alegra mucho que te haya gustado.
ResponderEliminarUn beso sin intromisiones.
HISTORIAS COMO ESTA SE REPITEN EN LA VIDA REAL MUCHAS VECES.. ME GUSTÓ UNA VEZ MÁS..;)
ResponderEliminarUN BESO GRANDOTE¡¡¡
Dos, amándose a distancia...
ResponderEliminarMe resulta mágico, atractivo mas no imposible.
cariños!
=) HUMO
¿Porque será que los amores imposibles siempre se atraen...y luego siempre duele, no puedes olvidar y te sientes mal...
ResponderEliminarmuy bonito, es genial como sientes y lo escribes.
besos
Mamen, es verdad, por trabajo, por incomprensión...
ResponderEliminarUn besazo.
Vangelisa, es que, como humanos, somos imperfectos.
ResponderEliminarGracias por tus elogios.
Un beso grande.
Humo, no hay casi nada imposible.
ResponderEliminarUn beso.
HAY QUIEN HACE DE LOS AMORES IMPOSIBLES EL LEIV-MOTIV DE SU VIDA, DESPRECIANDO O IGNORANDO A QUIEN ESTA A SU LADO.
ResponderEliminarNO PENSAMOS, EN OCASIONES, HASTA DONDE LLEGAN NUESTRAS NUESTROS ACTOS.
TRISTE,MUY TRISTE
UN BESO,JESÚS
el amor no sabe de distancias, ni de tiempos, el amor es eterno... el amor se lleva con uno, dentro =)
ResponderEliminarbellisimo tu relato!!
que placer navegar por tus escritos, leerte es navegar el tiempo, disfrutarlo.
Felicitaciones Jesús
un beso
Que habilidad tienes para dar en el clavo con tus comentarios. Por favor, no dejes de visitarme. Un beso de mucha mucha agua.
ResponderEliminarMarimer, tienes toda la razón.
ResponderEliminarEn cuestión de amores a veces nos perdemos en junglas lejanas, cuando en el jardín de al lado está el amor de tu vida.
Hay muchas personas que no lo saben ver, que no saben mirar un poco más dentro de la superficialidad corporea.
Un beso.
Somosarena, muchísimas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarYa sabes que a mi también me gusta estar entre sueños.
Un beso.
Agua, es que me pides unas cosas...
ResponderEliminarEs como si me pides que no deje de beber agua.
Yo nunca tendré piedras en el riñón, porque bebo unos dos litros de agua al día.
A parte de los que degusto al leer tus escritos, pero esos no sanan riñones, sino que deleitan corazones.
Un beso marcado en un vaso (de agua, por supuesto).
te dejé un regalo en mi blog de esos de preguntas. un beso
ResponderEliminarse llama "alma con arte"
ResponderEliminarsentí tus letras como mías...y soñé, y ahí estaba él...vibrando en mi... el bosque en el mar...me encantó leerte!!
ResponderEliminarUn besoooo!!!
Vangelisa, ¡muchísimas gracias!.
ResponderEliminarNo quepo en mí de gozo.
Un besazo enorme enorme enorme.
Sensaciones, gracias por tus palabras.
ResponderEliminarMe alegra que al leer mis letras sientas lo mismo que yo cuando las escribo.
Un beso escrito.