martes, 18 de mayo de 2010

Dibujando mariposas

A veces pienso cuantas vidas se entrelazan en cada uno de nosotros.
Y si en un imperceptible instante he cambiado, o podría haber cambiado, ese devenir de alguien sin saberlo, o sin quererlo saber.

En ese instante cierro los ojos, arrodillo mi alma en acto de perdón, y dibujo…

Levanto mi mano, y con esa lentitud que se otorga a las cosas delicadas, dibujo mariposas en el aire.
Cada una lleva en sutil contorno un pensamiento, una nota, un olor, un color.
Y voy dibujando perezosas espirales infinitas, blandos caminos llenos de oscilaciones que son el comienzo de su aleteo.

Y con un soplo, las impulso a seguir un poco más allá de esa senda prevista.
Y observo desde mi ventana su fluir por verdes y deslumbrantes campos, repletos de terciopelos de caricias, de juncos de abrazos, de ternuras en flor, de pétalos de besos, y en cada una de las flores en las que se posan dejan su impronta.
Y esa sutil estela de plateado rocío cubre sus pétalos, sus hojas, convirtiéndose en suaves susurros que se filtran por sus tallos para alimentar sus almas.

Y cuando apenas mi vista llega a percibirlas, deshacen su vuelo para volver a la mano dueña de su existencia.
Es como si no quisieran salir más allá de la mental burbuja que engloba todo mi mundo.

Y las susurré con dulzura su libertad, para no saber cuando, donde, ni en que rosa, sus alas y su corazón, por fin, reposan.

Y contemplé su despedida con afligida sonrisa, esa que enfrenta sentimientos, esa que es simultáneamente un sí y un no, sabiendo que la leve música de su aleteo suspirará canciones de amor en donde se pose.

Me pregunto si, esos pétalos, esas ramas, esos juncos, recordarán que un día una mariposa de sueños, por un instante, besó su corazón.

Memories of green (Vangelis) [Banda Sonora de Blade Runner]

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jueves, 13 de mayo de 2010

Tus escritos

Tiernas noches, suaves días,
es el pago de tu compañía,
soplo lejano que nos envía
los textos de tu escribanía.

Los guardas ordenados por fechas,
esencia de gotas de sentimientos
escondidos entre sus líneas rectas
y en el sortilegio de tus deseos.

Invariable título repetido,
de amores y de sus cadenas,
esclavitud fría si te has ido,
si tocas mi pecho dulce condena.

Palabras escritas que encadenan
otoños tristes, blandas primaveras,
grilletes de emociones perdidas,
collares de pasiones siempre nuevas.

Entre los barrotes de mi oscuridad
quiero ver, al ocaso, entrar la luna,
y con su pluma de sueños dibujar
tu sereno cantar en mi penumbra.

Delicadas noches, cálidos días,
fácil penitencia tu compañía,
nimbo lejano en la cercanía
del dulce reflejo de tu grafía.

Diez Minutos (Efecto Mariposa)

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