martes, 30 de junio de 2009

Cuantas veces me he callado.

Estoy harto de callar, estoy harto de parar en seco ese instinto de decir la verdad, bueno, no sé si la verdad, pero mi verdad.

Cuantas veces me he escondido detrás de un silencio para no molestar, para no enfadar, para no discutir.
Cuantas veces mis labios han dicho un sí cuando mi cabeza quería decir no.
Cuantas veces he sido conveniente hacia fuera cuando mi alma ardía en un infierno de arranques de sinceridad frenados en seco justo en el límite de mi garganta.
Y siempre se quedan ahí, hasta que forman un nudo que apenas me deja respirar, y en ese momento es cuando tengo inspirar hondo y pensar en palabras, pensar en música, pensar…

Cuantas veces he roto ese juramento que siempre se hace para no cumplir, ese “basta” que dura hasta la siguiente madrugada.

Sé las veces que he hecho que te escondieras detrás de tu silencio para no enfadarme.
Por eso volveré a romper todas las promesas que me alejen de ti.
Por eso mi alma se calmará con tus silencios.
Por eso te abrazaré cuando eso nudo oprima mi garganta.
Porque eres tú mi música, eres tú mis palabras, eres tú mi pensamiento.
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viernes, 26 de junio de 2009

One more kiss, dear (Blade Runner Soundtrack)

One more kiss, dear
One more sigh
Only this, dear
Is goodbye
For our love is such pain
And such pleasure
And I’ll treasure till I die

So for now, dear
Aurevoir, madame
But I’m how-d’ye, not farewell
For in time we may have a love’s glory
Our love story to tell

Just as every autumn
Leaves fall from the tree
Tumble to the ground and die
So in the springtime
Like sweet memories
They will return as will i

Like the sun, dear
Upon high
We’ll return, dear
To the sky
And we’ll banish the pain and the sorrow
Until tomorrow goodbye
One more kiss, dear
One more sigh
Only this, dear
Is goodbye
For our love is such passion
And such pleasure
And I’ll treasure till I die

Like the sun, dear
Upon high
We’ll return, dear
To the sky
And we’ll banish the pain and the sorrow
Until tomorrow goodbye

jueves, 25 de junio de 2009

Limpiar y sufrir todo es uno.

Aunque es difícil que mi reputación pueda bajar más de lo que está, os diré un secreto.
De vez en cuando, muy de vez en cuando, hago una limpieza a fondo de mi casa.

No penséis que de normal no limpio.
Ya sabéis, paso la mopa, limpio el polvo, friego el suelo.
La cocina la hago todos los días, el resto, a días alternos, eso sí, sin ser un maniático de la limpieza, o sea, una cosa normal.

Pero cuando tengo que desahogarme, me pongo el plan "rambo", bueno o "mister proper", que aunque tengo pelo, por mi frente se me pueden leer todos mis pensamientos.

Seguro que a vosotros os pasa a menudo, pero a mí no, por eso me da un poco de reparo contaros esto, porque vais a pensar que al entrar en mi casa el tío del "algodón no engaña" le dio un ataque al corazón.
Pero no es así, soy limpio, pero es que a veces pienso en los lugares en donde se va quedando el polvo, y cuando mi estress supera a mi raciocinio, agarro la recortada de cristasol.

Empiezo por limpiar techos y rincones, porque soy masoquista, y quiero que toda mi casa quede inundada de polvo.
Si bajas las persianas para que el sol se cuele entre sus agujeritos, se podría rodar un thriler.

Sigo por los rodapiés, ¡menudos pedazos de hijoloyas los que los inventaron!.
Yo, que sufro de lumbagos vagos, y de menisquitis, tengo que estar de rodillas un rato y sentado otro, hasta que recorro todos los rodapiés de mi casa.
Os juro que tengo una casa normal, pero creo que de rodapiés tendré unos cientos de kilómetros a contar por lo que me cuesta limpiarlos.

Luego van los marcos de la puertas, y la parte superior de estas.
Y como cada puerta tiene dos marcos, uno por dentro y uno por fuera, pues el doble de esfuerzo.
Menos mal que soy alto y llego a limpiarlos sin subirme a escalera alguna.
Y cuando voy por el tercero (que poco espíritu de ebanista), pienso que me tengo que mudar a un loft con tres puertas, la de entrada, la del baño y la del cuarto de invitados.

Y hablando de marcos, también están los de los cuadros, pero estos los limpio más a menudo, y pongo un cariño especial, porque me gustan los que tengo, y porque siempre me quedo un rato observándolos de nuevo.

Después de todo esto, y de alguna que otra cosilla más, sigo con los muebles en general, y al llegar al millón y medio de figuritas que tengo por doquier, me dan ganas de ir tirándolas por la ventana de una en una.
Pero desisto cuando pienso que si hiciera eso, entre que cojo la figura, la tiro, se estampa contra el suelo y tomo otra, tardaría unos cinco segundos por millón y medio de figuritas, hacen un total de 86 días tirando figuritas, ¡casi que no!.

Y por último, al limpiar el cabecero de mi cama, ese de forja que tanto me gusta, me estiro y ¡zassssss!, me da el maldito lumbago.

Bueno, como ya casi había terminado de apañar mi casa, todo perfecto, varios días de baja en cama y como nuevo.
La única pega es que duele, y sobre todo, que cuando tengo que andar, parezco ese que decía aquello de "amparo, se te ha caído la fruta", no por lo feo, sino por lo contrahecho.

Un saludo torcido.

miércoles, 24 de junio de 2009

Así eres

Eres silbido de sirena hipnotizando almas
que pálidas y vacías por tormentas vagan
hasta encontrar el lindo consuelo de tu garganta
y ese cálido arrullo, esa guía, esa última parada.

Eres ese canto sereno de madrugadas claras,
melodía que rompre la oscuridad de ti olvidada,
olas invisibles que mecen la vida escondida
en un bosque de impaciencias en tu sonido prendidas.

Eres esa balada de amores y desamores llena,
de besos, de caricias, de sueños y de esperas,
de despedidas, de lágrimas, de crueles quimeras,
de notas que mecen el corazón y también lo queman.

Eres placentero aliento de noches con chimenea
y de esas palabras de amor que dulcemente siseas
y se mezclan con las chispas de la ardorosa candela
de tus ojos carceleros de pasiones prisioneras.