sábado, 21 de noviembre de 2009

Mis soledades

Ahora estoy sintiendo soledades que casi había olvidado.

Ya había hecho mía la soledad personal, esa que por las noches se pone el camisón negro, que siempre está dispuesta ha mirarme fijamente a los ojos cada vez que me acuesto, y que enfría mis sábanas para que no pueda olvidarla ni en sueños.
Esa que no implica una soledad físicamente real, esa que crea desiertos en veinte centímetros de separación.

Ahora, también me tengo que apuntar el dudoso honor de tener bajo mi regazo la soledad espiritual que, aun siendo prima hermana de la otra, es mucho más fastidiosa y puñetera, porque esta soledad de espíritu eclipsa los objetivos que tenías antes de su llegada.
Borra esas metas que, aunque lejanas, siempre echabas mano de ellas en los momentos más bajos para dar un puñetazo en la mesa y tomar ese impulso que habías perdido.

Sí, practico la bigamia con las "soledades". Sé que la bigamia es delito, pero soy un delincuente desde hace muy poco tiempo, y yo soy el primero que quiere redimirse y deshacerse de ellas.

Creo que no me sería muy complicado deshacerme de la primera, al menos temporalmente.
Pero terminar con la segunda es más difícil, pues, si bien solucionando correctamente la primera esta segunda se esfumaría de un plumazo, abordar directamente la segunda supone una búsqueda muy complicada de llevar atinadamente a su fin.

Sé que es como una montaña, en donde a veces estás en un sombrío valle y otras veces en la cima, y que conforme vas ascendiendo la bruma se va disipando y vuelves a ver tus metas.
Sé que con un poco de tiempo todo volverá a su ser, y tendré nuevos o renovados objetivos.

Por lo tanto seguiré una temporada siendo culpable de ley terrena y divina.
Demasiada culpabilidad para compartirla conmigo mismo, aunque remedio no me queda porque estoy seguro que mis soledades no quieren conllevar este castigo.

Es mi soledad (Antonio Orozco)

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18 comentarios:

  1. Profundo, conmovedor, bello, perturbador y frustrante para quien no puede impedidir tu soledad.

    Un beso grande a ti y una patada a esa estùpida soledad que te hace sufrir.

    Besote!

    =) HUMO

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  2. Profundo y muy triste, aunque a veces necesario para renovarse, tomar impulso y ascender de los infiernos.
    No hay que desesperar y dale tiempo al tiempo para surgir de la nada con esperanzas renovadas.
    Un beso

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  3. La soledad y la duda son innatas en nosotros, de otra forma, no seríamos seres humanos. Pero hay algo que nos diferencia de todos los seres vivientes, y es la capacidad de elegir lo que mejor nos conviene.
    Hay que dejarse llevar por la serenidad para resurgir, si queremos, como el Ave Fenix.
    Un abrazo.

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  4. Vaya querido jesús, no estamos en buena racha.... la vida es así de puñetera... Lo que más me ha gustado de tu relato es la consciencia de que todo es cuestión de tiempo, tiempo que volverá a traerte la ilusión y objetivos renovados, tiempo que te devolverá las ganas de morder el viento y comerte la soledad. Confía en que pronto volverás a respirar el oxígeno que ahora parece que te falta. Un Beso super fuerte de agua oxigenada ( de esa que cura heridas)

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  5. No tengo palabras de fuerza querido Jesús... Solo mi silencio y el deseo fuerte a la distancia, de que solamente el tiempo, como dice Agua... te devuelva el impulso.
    Cariños y estamos por aquí.

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  6. HUMO, tienes razón, ya me he comprado unas botas con puntera para dar unas cuantas patadas.

    Un beso en zapatillas.

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  7. Marimer, en eso estamos.

    En estas cosas siempre es bueno pensar positivamente y, en mi caso, escribir.
    El realizar actividades que te gustan siempre es una valvula de escape para las energías negativas.

    Un beso con manómetro.

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Laurel, muchas gracias por tus palabras.

    La verdad es que la escritura y saber que alguien te lee es una estupenda cura para muchos males.

    Un beso estetoscópico.

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  10. Angus, gracias por tu comentario.

    Un abrazo.

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  11. Armando, tienes razón.
    Lo único es que, a veces, no elegimos lo que más nos conviene, pero eso es parte del aprendizaje.

    Un fuerte abrazo.

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  12. Jesus,

    Estoy conmovida... percibo en tus letras deseos de desplegar las alas y dejar a las dos maniáticas soledades, solas consigo mismas pero tu pasión por entregar el alma te ata como un finísimo listón de devoción por lo correcto.
    Estimado Jesús, el sabio tiempo tiene tantas caras, y ahora se te ha presentado con la de introspección y abrumador letargo... pero tal como lo dicen "los adagios", la siguiente cara con la que envuelva será distinta. Mi deseo es que sea la afable, tranquila y deleitante. Lejos en distancia pero cerca en el alma, aquí estoy te extiendo las manos de mis suspiros por si quieres detenerte y los oidos del eco para escucharte . Sé que seré testigo del surgimiento de un hombre más pleno y fuerte que habrá aprendido una dura lección con maestras exigentes... Tú puedes!!!
    Muchos besos con asideras...

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  13. Jesus, el camino de la vida tiene estos recodos que mencionas y en ellos nos enfrentamos a soledades y otros demonios, pero al traspasar esa etapa volverá la luz y las metas, y te aseguro que ambas mucho más claras.
    Te dejo un abrazo de amistad
    Cecy

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  14. La soledad esa enemiga a la que buscamos en algún momento de nuestra vida.
    Besitos
    Pd: Siempre me dejas un buen gusto cuando te leo

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  15. Etarinyeth, tienes razón, todo lo que nos rodea es cíclico, de ciclos cortos o ciclos largos, incluso de ciclos que duran más de una vida.

    El tiempo va tapando las heridas, y tus textos, vuestros textos, son gotas de luz que van cubriendo las magulladuras de la vida, puesto que su lectura evade mi mente para casi vivir otra vida en ese pequeño instante.

    Guardaré esa cabaña de suspiros y de ecos para cobijarme en ella en los malos y en los buenos momentos.

    Un beso que no hace falta que vuele, porque siempre estás cerca.

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  16. luciernaga_poeta, gracias por dejar aquí tus gotas de luz y de energía positiva.

    Siempre es de agradecer ese optimismo que irradias.

    Un beso.

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  17. Darilea, a veces la buscamos y a veces nos encuentra.
    Y seríe mucha suerte si búsqueda y encuentro se produjeran en el mismo instante.

    Tú lectura también me produce a mí esa misma sensación, pues la degusto con el gusto de saber que nunca me va a decepcionar, y que deja ese gusto a exquisito manjar de las comidas de los días de fiesta.

    Un gustoso beso.

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