martes, 11 de agosto de 2009

Pensando en tu cara


Mis ojos se quedan fijos en tu sonrisa, asombrados del sosiego que dan a mi alma.
Mi mirada ya tiene un sitio en donde descansar, son tus labios su tejado, son tus labios su puerta y su ventana al mundo, un mundo que me sobra con tu compañía.
Son tus labios sus cuadros pintados de destellos de brillos infinitos y con las rojeces de mis mejillas cuando tu mirada sorprende a la mía observándote.
Tus labios guardan los besos que te he dado en sueños, esos que sólo se sienten en el corazón del que los sueña.
Y ese cosquilleo que recorre todo mi cuerpo cuando fijas tus ojos en los míos, es esa chispa que enciende la mecha que nunca se consume, porque tú estás allí para darla tu calor.
Si, ese cosquilleo que hace que mi corazón se dispare hacia tu mirada y quiera salir de mi cuerpo para tocarte y para decirte que está a tu servicio.
Muchas veces lo tengo que calmar hablándole al oído, y convencerle de que no hace falta que vaya a tu lado, que tú sabes que está para ser tu esclavo.

Diviérteme con tu sonrisa
besando mi asombrada mirada
que en tus labios está fija
y en ellos ha hecho su morada.
Acaríciame con tus ojos que en mi mente habitan
y que cada pensamiento tocan con una dulzura exquisita,
para que cada recuerdo tenga la frescura una vez vivida
con la que bañan tus ojos todas las cosas que miras.


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